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Ante el repudiable y lamentable crimen ocurrido en el día de ayer en la ciudad de Palpalá, la Secretaría de Paridad de Género del Ministerio de Desarrollo Humano, a través del Programa de Acompañamiento a Familiares de Víctimas de Femicidio, se encuentra a disposición de quienes hoy transitan injustamente el doloroso camino de la pérdida de un ser querido.

Este nuevo femicidio nos golpea duramente como sociedad, pero principalmente nos obliga como parte del Estado Provincial, a seguir trabajando comprometidamente en transverzalizar la perspectiva de género, ya que es el paradigma que guía el trabajo que desarrolla esta secretaría, pero el que también implica que todos los actores principalmente institucionales deben tener intervenciones eficaces y eficientes para combatir la violencia de género.

El femicidio de Zoe no debe quedar impune; y su femicida, Jesús Moreno, quien se encuentra detenido, imputado por el fiscal Alejandro Maldonado, debe purgar la pena máxima prevista por el sistema penal, porque la reforma de la ley de fondo (Ley Nacional 26.791) se hizo eco de la situación de vulnerabilidad, discriminación y desigualdad en la que todavía se encuentran algunos colectivos.

La Secretaria de Paridad de Género, a través de sus distintas direcciones, seguirá trabajando en la capacitación y sensibilización, en la prevención y en la asistencia integral, para erradicar la violencia machista y para que no haya ni una Zoe menos.

Debido a que la muerte de Zoe no es un asesinato más, sino que es un femicidio, entendemos que los medios de comunicación tienen un rol importante en la sociedad en la lucha contra la violencia de género y al momento de informar sobre casos correspondientes, tienen que llevar adelante una cobertura responsable, en resguardo exlusivo de los derechos humanos y respetando a la familia que está atravesando esta difícil situación.

Además, hay que tener en cuenta que a la hora de realizar coberturas periodísticas sobre casos de mujeres asesinadas por su condición de género, las leyes y convenciones internacionales indican que los medios deben referirse al hecho como un femicidio, y no como un “crimen pasional”.