El portal digital Todo Jujuy realizó a fines del año pasado, una encuesta para elegir al jujeño que se haya destacado, sea por su labor a nivel profesional, deportivo, social, cultural y entre los nominados y las nominadas estuvo Marina Ibañez del Proyecto Puente.
Marina, lleva adelante esta importante tarea desde el invierno del año pasado, todos los días, un grupo de gente con mucha voluntad y buen corazón sale a recorrer los barrios a ganar la calle, llevando ropa de abrigo y comida caliente para la gente que se encuentra en situación de calle.
La iniciativa surgió como una respuesta a esta problemática por parte del Ministerio de Desarrollo Humano a cargo de la licenciada Ada Galfré, quien diseñó y conformó la implementación del refugio, con el objetivo de llevar adelante un trabajo de reparación y acceso a los derechos perdidos y vulnerados de aquellas personas que por diferentes circunstancias viven a la intemperie.
El espacio cuenta con un importante equipo interdisciplinario que realizan tareas diarias; nutricionistas supervisan las comidas que se distribuyen, en tanto otro grupo se encarga de la provisión de ropa y la atención de las particularidades que presenta cada persona y a partir de las problemáticas detectadas (adicciones, familiares, económicos) se articula con otros organismos ministeriales.
A través de la Dirección de Protección Integral de Personas Adultas Mayores de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia se articula la acción para hacer frente y atender las problemáticas de las personas en situación de calle, proveyéndoles los elementos y recursos necesarios de manera que puedan mejorar su calidad de vida a través de la inclusión y la restitución de sus derechos.
Marina Ibáñez, señala que en el comienzo de la ejecución de las tareas, las personas en situación de calle ofrecían resistencia por el desconocimiento de las acciones “pero ahora son ellos quienes se acercan a nosotros y nos buscan cuando aparece un ‘hermano de la vida’ (denominación que usan entre sí las personas en situación de calle), para que le brindemos la contención, por lo que hemos generado un buen vínculo con ellos”, dijo.
A más de un año de implementado el proyecto, una importante cantidad de personas lograron revincularse y volvieron a vivir con sus familias, otras finalizaron el tratamiento mientras que algunas continúan con el tratamiento en el Refugio, hoy alquilan y se encuentran trabajando como empleados de comercio para quienes desde el Ministerio de Desarrollo Humano se les está gestionando proyectos para alcanzar su autonomía laboral.
Asimismo, comenta que aquellas personas que ya no se encuentran en situación de calle colaboran con el Proyecto “piden salir a repartir la comida con nosotros, siempre tratan de ayudarnos de alguna forma”.
“Realizar esta labor es confortable y gratificante, porque a partir del contacto diario que tenemos durante todo el año no sólo que estamos siempre preocupándonos por ellos sino que también ellos se preocupan por nosotros; como cuando compartimos el almuerzo de fin de año juntos (con la presencia de la ministra Galfré, la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Ana Rodríguez y la directora de protección integral de personas adultas mayores, Cintia Páez) nos expresaron que sentían que éramos como parte su familia”, indicó.
Por eso vale la pena destacar que en todo este tiempo que se está ejecutando el proyecto, el ministerio de Desarrollo Humano tuvo grandes logros: reinserción laboral de varias personas en situación de calle, restitución del derecho a la salud, a la alimentación y a la identidad. Otro aspecto que ya están trabajando es la articulación intra e interministerial para generar cursos de capacitación en oficios con salida laboral.